P O R T A D A   índice general de autores índice de autores
    Gonzalo Márquez Cristo punto de encuentro
       

Nació en Bogotá, Colombia, en 1963.

Ha publicado dos ediciones del poemario Apocalipsis de la rosa (Quimera del Oro, 1988 - Hojas Sueltas, 1990); la novela Ritual de títeres (ganadora de Beca Colcultura en 1990: Tiempos Modernos Editores, 1992); El Tempestario y otros relatos (Común Presencia Editores, 1998); La palabra liberada (primera edición Colección Los Conjurados, 2001; segunda edición, 2005), la antología Liberación del origen (Universidad Nacional de Colombia, 2003) y Oscuro Nacimiento (Primera Mención concurso nacional José Manuel Arango, Colección Los Conjurados, Bogotá, 2005). En 1989 participó en la fundación de la revista cultural Común Presencia (reconocida con la Beca Colcultura a mejor publicación cultural del país, 1992), de la cual es su director.

Es creador y coordinador de la colección internacional de literatura Los Conjurados, actualmente distribuida en cinco países. Varios de sus poemas y relatos han sido traducidos al inglés, francés, italiano y portugués.

Su obra ha sido comentada por importantes poetas y pensadores de nuestro tiempo como: E.M. Cioran, Roberto Juarroz, José Ángel Valente, Fernand Verhesen, António Ramos Rosa, Alfredo Silva Estrada, Claude Fell, Roger Munier, Olga Orozco, Eugenio Montejo, Martha Canfield, Franco Volpi, Jorge Rodríguez Padrón, Marco Antonio Campos...

Actualmente prepara un libro de reportajes a grandes escritores y artistas contemporáneos.

E-mail: comunpresencia@yahoo.com

 

Algunos comentarios sobre su obra 

Su novela Ritual de títeres es una contienda entre filosofía e imagen que conduce afortunadamente a la tragedia. ( París, Francia, 26 de septiembre de 1992. E.M. Cioran.

Poetizamos, entonces somos
Por Franco Volpi

«Sabemos que la oscuridad nos hará libres. Que el porvenir es un crimen. Que tendremos que guiarnos con las nubes. Que hasta aquí hemos traído a nuestros ojos inermes...

Sabemos cómo oficiar lo invisible y que el rocío conoce el drama de la aurora.

Vigilo todo lo que muere. Decido ser.

Encomiendo al poeta la protección del instante.»

¿Qué es la poesía? ¿Qué significa esta rara modificación de la vida que sublima la sangre en versos? ¿Y de dónde brota este recurso simbólico que alimenta nuestra sed de absoluto mientras navegamos a vista entre los archipiélagos de la finitud? ¿Por qué el hombre es un animal poeticum?

No sabiendo de donde venimos, no viendo a donde iremos, nos hacen falta gotas de lucidez. Eso son las palabras poéticas: chispas de la imaginación en la oscuridad del camino, arabescos que la fantasía dibuja en torno a un inmemorable nacimiento y a un imprevisible destino, recuerdos de sueños angélicos y alusiones a sombras infernales. Poetizamos alborotados por el misterio de la carne. Por su densa y fugaz presencia que atraviesa la noche, brilla, y se apaga. La poesía es el único lugar donde vale la pena habitar.

Leemos Oscuro nacimiento, y constatamos: Poetizamos, entonces somos.

 

LA PALABRA LIBERTADORA
Por António Ramos Rosa

En todas las frases (¿aforismos, sentencias o conceptos?) de La Palabra Liberada de Gonzalo Márquez Cristo, resalta esta evidencia: todas nacen de un grito de rebeldía, de amor o de angustia; todas surgen de un interrogatorio vehemente, todas viven de los hallazgos del gran poeta que es su autor. Desde el inicio de esta obra, con un título tan justo, nos encontramos con estas frases: "Tus palabras caen como puñados de tierra sobre un cuerpo desnudo"; "aquí comienza el instante". "¿Quién clama? ¿Quién responde entre la sangre? ¿Quién descubre su sombra incandescente?" Búsqueda siempre interrogativa que contiene la riqueza de lo indefinido, donde esta palabra liberada no se delimita, no se inscribe, no determina, no trae el enigma del ser humano o su herida esencial, por escapar siempre en su revelación: "En el viento hay un mensaje que no comprenderemos", "el viento dialoga con el fuego". Y así, esta voz jamás se somete a la imposición del sentido de la existencia, sea metafísico o social; porque su grito tiene una fuerza elemental e incierta, vibrante de sangre, que se convierte en una palabra libertadora, es decir, en poesía.

(Lisboa, Portugal, julio de 2001)

 

Prólogo de La Palabra Liberada
Por Eugenio Montejo

Noche, única luz en la que creo, afirma Gonzalo Márquez Cristo en este nuevo poemario. Una declaración que parece remitir menos a las noches de Tasso, o al sentido de nocturnidad romántica, que a cierta noche objetiva, palpable, hoy instalada como un indeseado eclipse sobre su tierra y la vida de sus gentes.

Desde esa noche nace su aspiración a una palabra liberada, así como su angustiada pregunta acerca de quién podrá salvarla en esta hora.

Mediante un versículo abierto, desceñido, que confiesa despreciar el cuerpo vertical de los poemas, su voz se abona al combate de la sombra, desde un tono recorrido por cierto rasgo críptico. Tal vez más que la belleza lírica como principal desvelo, la escritura de estos textos se propone algo mucho más urgente, algo que por instantes se encarna en esta invocación: ¡Que el lenguaje alcance para no morir! (Bogotá, agosto de 2000).

Sobre El Tempestario y otros relatos
Por Roger Munier

Las fábulas que lo componen encuentran su locura vertiginosa y tranquila. Su escritura transparente se ajusta a la magia del universo que tú develas.

¿Me perdonas si reconozco las marcas de una desesperanza magistral y serena? El Tempestario podría portar el subtítulo: alegorías del último hombre.

(Le Lyaumont, Francia, 31 de julio de 1998).

 

Sobre El Tempestario
Por Claude Fell

Los breves e intensos textos de El Tempestario me producen fascinación, por su temperatura imaginaria, por su concisión poética, por su provocación de sorpresas, y me incitan a volver a las actas del Coloquio que organizamos en la Sorbona en 1996 sobre las formas breves.

(París, Francia, 2 de noviembre de 1998)

 

Ritual de títeres es un libro colmado de hallazgos, de inagotables sutilezas y de una concepción muy especial, muy personal en toda su estructura. Su complejidad, su densidad, sus definiciones y sentencias son inagotables, no hay una sola frase llana, un puente habitual, una consideración directa que permita escapar de las corrientes encontradas, múltiples y singularmente entretejidas... Agradezco la riqueza inagotable de cada página y la excelencia de su escritura.

Olga Orozco ( Buenos Aires, Argentina, 10 de marzo de 1993).

 

Desde los bellos poemas de Apocalipsis de la Rosa, Márquez Cristo ha recorrido un despiadado tránsito poético que nos conduce ahora a la experiencia profunda y destellante de su novela -si puedo llamarla así- Ritual de Títeres. En esta extraña obra, cargada de reflexiones y de imágenes, impera una escritura que me interesa vívamente.

José Ángel Valente ( Almería, España, 17 de noviembre de 1992).

Textos publicados en eom:

 

       
       
       
                                 
  PORTADA                           inicio de la página